COMO AFECTA EL ESTRÉS A NUESTRO CUERPO

Antes de adentrarnos como afecta el estrés a nuestro cuerpo, tenemos de tener en cuenta que el estrés está muy instaurado en nuestra sociedad, que las personas nos hemos acomodado a esta situación diaria sin tener en cuenta como nos afecta y que síntomas o patologias puede producir estar en un estado de estrés durante un tiempo prolongado. En definitiva, el estrés es una de las afecciones más comunes, una afección silenciosa que afecta de innumerables maneras a nuestro cuerpo-mente-espíritu.

Cuando te enfrentas a una situación estresante, se producen tres cosas en rápida sucesión:

• El suceso en sí.

• La percepción que tienes del hecho.

• La reacción de tu cuerpo a la percepción.

 

Es poco probable que podamos controlar el suceso en sí, pero lo que si tenemos es el control sobre como lo percibimos. Cuando este hecho sobrepasa la capacidad que tenemos de aguante, nuestro cuerpo reacciona automáticamente y se prepara reaccionando para resistir o para huir.

La reacción empieza cuando la parte simpática del sistema nervioso autónomo se activa por acción del hipotálamo, una pequeña parte del cerebro íntimamente conectada al sistema límbico que controla las emociones. El hipotálamo regula también los procesos inconscientes del cuerpo, entre ellos la temperatura, el ritmo cardíaco, la respiración, el equilibrio de líquidos y l presión arterial. Segrega una hormona llamada factor liberador de la corticotropina que activa la glándula pituitaria. Esta glándula, segrega adrenocorticotropina, la cual induce en las glándulas suprarrenales la secresión de cortisol y de otras hormonas como la adrenalina y la noradrenalina. Las hormonas y neuropéptidos (moléculas pequeñas) deprimen el sistema inmunitario. El hipotálomo provoca también la liberación de endorfinas beta (analgésicos naturales del cuerpo), que nos permiten resistir el dolor, la tensión y el malestar físico. Su efecto es ponernos en alerta. Nuestras pupilas se dilatan para dejar entrar la luz y el vello corporal se eriza, haciéndonos más sensibles al tacto y a las vibraciones. La sangre fluye a los músculos estriados (músculo compuesto por fibras largas) y se retira del sistema digestivo. Nuestro cuerpo experimenta el mismo sobresalto bioquímico tanto si existe una amenaza real como si no. Si nuestra mente piensa que es real, para nuestro cuerpo también lo es.

Si realmente existe un peligro, la reacción resulta muy útil. Nos sentimos vivos y despiertos y podemos ir más allá de nuestros límites. Pero para ciertas personas, este estado de excitación se convierte en normal. Se hacen adictas al estrés y lo necesitan en un grado cada vez mas alto para mantener la misma sensación. El estrés actúa como una droga y la vida normal, en comparación, ya no nos satisface. Pero el estrés altera la presión arterial, incrementa el ritmo cardíaco, perjudica la digestión y deprime el sistema inmunitario. También perjudica al razonamiento porque la sangre fluye hacia los músculos y deja de haber en la parte racional del cebero.

Después de la reacción del estrés, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse, para reponer el suministro de hormonas y neurotransmisores. De lo contrario se produce una montaña rusa de altos y bajos, lo que puede llevar a que, finalmente te sientas agotado. Mientras tanto, las consecuencias pueden ser graves. 

Existen mejores maneras de sentirse vivo y en contacto con uno mismo que entregándose al cóctel bioquímico del estrés.

Para reequilibrar este estado, en mi consulta realizo diferentes técnicas para poder tener una percepción distinta de las situaciones que vivimos diariamente, como PNL o Kinesiologia, ya que si cambiamos la visión y disponemos de nuevos recursos (psicoemocionales) nuestro encaje ante las situaciones diarias es distinto y en consecuencia estas ya no producen estrés. 

*Bibliografia: PNL para la salud (Ian McDermott y Joseph O’connor)

Si este artículo te ha parecido interesante y tienes alguno de estos síntomas, puedo ayudarte a recuperar tu salud y conseguir tus objetivos. 

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