CRISIS CURATIVA

Antes de todo decir que no todo el mundo que realiza una terapia de Par Biomagnético o otras terapias holísticas experimenta una crisis curativa. Todas las personas somos diferentes y el funcionamiento de nuestros sistemas también. 

Dicho esto, la Crisis Curativa desde el aspecto del Biomagnetismo, es la compensación que realiza el cuerpo en sus sistemas para su auto-curación y conseguir la homeostasis, ya que es el esfuerzo que hacen para liberarse o eliminar las materias perjudiciales o tóxicas, así como al fortalecimiento y reconstrucción de los órganos y de los tejidos debilitados o afectados.

La experiencia de pasar por una crisis curativa se parece mucho a los estados críticos de la patología (desequilibrio), puesto que se volverán a experimentar los síntomas del mal que aquejan a la persona, pero hay una diferencia muy importante: la eliminación. En la crisis curativa la eliminación es perfecta. La defecación es natural. Todos los órganos de eliminación están cumpliendo con su función de forma normal. En la crisis curativa los procesos de eliminación se aceleran debido a la abundancia de energía vital recuperada. Todas las secreciones y otras formas de desechos acumulados en el organismo se disuelven y fluyen libremente, y así se establece un proceso de limpieza general y purificación. Este esfuerzo trae consigo síntomas que pudieran parecerse a la patología (como hemos comentado antes) o presentarse como un empeoramiento en lugar de mejorar pero, en realidad, es un avance hacia la salud integral. La crisis puede presentarse sin aviso, pero generalmente se puede anticipar su cercanía por que la persona comienza a decir que ya se siente muy bien. Es por esto que se dice que “La crisis curativa es una bendición disfrazada como agudización de la patología”.

La crisis curativa, por lo general, dura unos tres días, pudiendo alcanzar hasta una semana y se inicia con ligero dolor o incomodidad que puede llegar a tornarse más severo hasta que se haya alcanzado el punto de completa expulsión.

Los síntomas pueden presentarse especialmente en los órganos de eliminación como son: aparato digestivo, aparato respiratorio, riñones y piel. Las formas más comunes de manifestarse son: diarreas, fiebre o calentura, tos, catarros, dolores de cabeza, abdominales o articulares, apatía, debilidad, decaimiento, depresión, nerviosismo, erupciones en la piel (picazón, comezón, prurito, salpullido, granos, urticaria), aparente empeoramiento de los dolores reumáticos o artríticos. Generalmente no se presentan juntos ya que el organismo elige algunas de éstas vías de eliminación.

En caso de presentarse una crisis curativa no hay que desanimarse. Al contrario, hay que seguir adelante ya que es una manifestación hacia la salud.

Si este artículo te ha parecido interesante y tienes alguno de estos síntomas, puedo ayudarte a recuperar tu salud y conseguir tus objetivos. 

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